martes, 2 de marzo de 2021
Olla
Éste es un corto de 27 minutos de duración, dirigido y escrito por Arianne Labed, actriz nacida en Grecia y criada en Francia, "popular" por su debut en el cine en la película Attenberg (2010), que le mereció el premio de mejor actriz en el festival de Venecia 2010. La presente es la única película que ha dirigido, estrenada el 2019. Arianne es la esposa del director griego Yorgos Lanthimos. El protagonismo es de la actriz griega Romanna Lobach. Ella es una desnudista de algún país salido de la imaginación de Hostel (2005) que por internet se contacta y une en pareja con un francés, ella se traslada a vivir a su casa, aun cuando no sabe su idioma. Ella parece alguien inocente o muy básica, pero en realidad es toda una prostituta, pero no piensen que Labed la va a lapidar, más bien va a hacer comedia con ella, pero haciéndola brillar, desde su propia naturaleza de prostituta, cosa que no se esconde, si no se explota. El corto puede parecer polémico, pero en realidad hoy en día poco sorprende, es solo un típico retrato homenaje a una prostituta, una celebración de la libertad sexual si se quiere, aun pudiendo ser un retrato vulgar, pero la comedia, el relajo y no hacerlo explícito pero si muy bien sugerido hacen que sea cine finalmente, y uno no malo hay que decir, aunque tampoco extraordinario. Es como ver las aventuras y esencia de una mujer de la vida. Pasa por una calle a menudo llena de hombres que flirtean con ella de manera primaria, a lo bruto, y un día termina cobrando por sus servicios con todos ellos. El francés con quien se une es ordinario; no malo, pero tampoco tonto, aunque en primera instancia lo parece, pero es como que él se está comprando una muñeca inflable en Olla (Lobach). Ella más tarde, a pesar de su liberalidad extrema, entenderá lo que representa para ésta pareja; curiosamente querrá algún tipo de dignidad, y Labed se la dará, bajo un mix musical y con humor. No es Shakespeare, pero se deja ver, entretiene, aparte de que si eres agradecido de lo erótico aquí Olla con su entrenamiento de desnudista dará una secuencia realmente de gloria al espectador (100 puntos por su coreografía, su sensualidad natural y su entrega como actriz). La parte humana de Olla se da con el afecto y cuidado que le da a la madre de su nueva pareja. Es un corto que representa muy bien nuestra contemporaneidad, al menos no está atado a lo políticamente correcto. Es muy europeo, muy liberal, lo vulgar y lo cool juntos.