jueves, 26 de junio de 2025
La Haine
La Haine (1995) es la segunda propuesta del francés Mathieu Kassovitz y fue un hit, una película muy popular de cine social retratada en poco menos de 24 horas, una película que aman todos. Con ella ganó mejor director en el festival de Cannes y 3 premios César -los Óscars galos- como mejor película y mejor edición, y ese es un punto claro porque el filme aparte de ser super cool tiene una edición que va a la par con el habla veloz de la juventud marginal que bien retrata ésta película en casi todas sus expresiones y lo hace con personalidad. Tenemos de protagonistas a 3 muchachos recién salidos del colegio -en la vida real, veinteañeros, hasta alguno cerca de los 30 como Cassel- que no tienen oficio y yacen en los márgenes, en situación económica baja, en los llamados ghettos, zonas periféricas o suburbios, que tras saber de que unos policías corruptos han golpeado hasta dejar en coma a un amigo suyo son parte de las revueltas callejeras de los muchachos de éstas zonas. Generan riots (disturbios), volteando carros, lanzando bombas molotov, peleándose contra los llamados pigs, policías, de lo que el filme de Kazzovitz deja muy bien expreso -a través de varias conversaciones y hasta personajes secundarios- que no todos lo policías son iguales, que también hay buenos policías, que se encargan de cuidar a la gente. Los 3 muchachos protagonistas son un descendiente marroquí (árabe), Said (Said Taghmaoui); uno de Benín, Hubert (Hubert Koundé); y un judío -como el propio Kassovitz por entonces de 28 años-, Vinz (un excelente Vincent Cassel en los inicios de su carrera; nadie mejor para imitar la esencia de Taxi Driver, el hallazgo de un sentido que nos de pase hacia el futuro y no a la inversa). Es una lectura también sobre inmigrantes, así como de búsqueda de mayores oportunidades, y en medio hay una lucha por el orden, entre muchachos marginales y policías, de donde nace el título, el odio. En el filme vemos que hay mucho de slacker en ésta juventud a la que se suma el consumo de drogas, que se ven bajo cierto endiosamiento juvenil, pero con encontrar una jeringa tirada en pleno barrio habla de dependencia y decadencia también. Así mismo observamos muchas expresiones artísticas en ellos que el filme muestra muy bien, presenciamos breakdance en el metro; pinchar discos al estilo de la música electrónica desde la ventana de un edificio hacia afuera en el barrio. La cultura hip hop está por todas partes, incluso del reggae (como en la apertura documental). Yace gente matando el rato comiendo hotdogs en azoteas. Hasta participamos de la exhibición de un combate de muay thai en un coliseo de básquet. En un gimnasio de boxeo meten un vehículo tras una riot. Se interactúa con dealers con nunchakus y juegos de ruleta rusa al paso, que bien puede haber inspirado a Guy Ritchie, y así expresiones clásicas de juventud rebelde notablemente escenificadas en un blanco y negro que va a gran velocidad con una edición de verdadera gloria capaz de entretener al más intrépido, como la cámara desdibujando fondos incluida la icónica Torre Eiffel o la cámara girando alrededor de una fiera y tensa mirada analizando el entorno. También hay momentos que pueden leerse como graffitis verbales o filosofía de la calle como la anécdota del tren. Ésta historia señala ser parte del quiebre de la norma pero nos quedamos en el medio de ninguna decisión o partido, mientras las malas decisiones te castigan. Tal cual quien dice que uno siempre es un animal político. De igual manera se señala -con cierta ironía juvenil; bajando de una escalera mecánica- a un hombre de mediana edad de baja estatura de clase media -que pinta incluso de obrero- que es el que ama el sistema tal cual es y lo defiende con ahínco, como quien defiende un estándar de hombre promedio o que quizá teme los cambios y a ese modelo, Hubert desde su trinchera o subjetividad lo señala como el enemigo de los muchachos de los margenes. Hubert es un recién iniciado boxeador amateur que quiere una mejor vida, quiere salir del ghetto, aspira a una vida correcta digamos, pero no se decide, sigue atado a la inmadurez y al modelo de persona que es también ante muchos. Vinz es como el loquillo suelto (de quien curiosamente Hubert teme, puesto que se siente muy unido a sus camaradas; y por lo intenso, imprevisible y peligrosamente inmaduro que suele ser), inclusive divaga sin sentido en ver el espejismo de una vaca, una alucinación de su estado de inestabilidad general, pero puede que muchos estén dudando más de la cuenta de él, pero es que sus amigos saben que esconde un arma que perdió un policía en una riot, con la que alardea con querer vengarse. Ésta arma y su actitud representa a la juventud más violenta o más enfurecida o hasta menos pensante, la que quiere romper los límites por algún tipo de excusa. Tenerla provoca un viaje de suspenso en toda la propuesta que el final define muy bien. Es hora de despertar, de detenerse, el odio sólo engendra odio, odio contra el mundo, cuando el mundo no es tuyo, es de todos, para arriba, para el medio, para abajo. Ese es el mensaje. A través del arma tenemos muchos rodeos, montón de momentos de autocontrol, de autosabotaje y de acercamiento a la explosión emocional, de dejarse llevar por la ira. La película se mueve alrededor de una pequeña metáfora o pequeño cuento, un hombre cae de un edificio y dice que todo está bien (aún), mientras cae, porque no importa la caída, sino el aterrizaje. Y es cierto, literalmente, estrellarse es el fin. Esto alude abiertamente a la sociedad francesa y habla de que aún está a tiempo de salvarse de cierta manera (como cualquier sociedad o cualquier hombre), existe esperanza, o como quien dice, que uno se puede equivocar o fallar mil veces y sólo la muerte finalmente nos va a detener, tal cual quien dice que la vida es siempre una gran oportunidad de hacer lo correcto, de poder enmendar el camino.
lunes, 23 de junio de 2025
The Laughing Policeman
Adapta la novela de misterio de mismo título perteneciente a los suecos Maj Sjowall y Per Wahloo. Posiblemente la novela más celebrada del dúo. El director Stuart Rosenberg no fue tan estricto al parecer con la adaptación y se puede percibir de ello en que a pesar de que puede verse como una trama compleja hay muchas pistas falsas en el ambiente, pistas las cuales se desechan de manera donde la gran pantalla y el thriller ponen sus fichas. Es un filme que más allá de la apariencia de arduo de resolver posee bastante adrenalina y además tal cual señala un slogan de producción, tiene bastante realismo, un realismo que para parte de la actualidad puede herir susceptibilidades o pasar por políticamente incorrecto. Me parece que refleja muy bien el ambiente policial, así como el ambiente de barrio, la calle, como dentro de la comunidad de color, los burdeles de striptease y hasta Chinatown o la comunidad gay. El contexto es en San Francisco. El detective principal lo interpreta Walter Matthau quien ya se perfilaba como actor de comedias, pero aquí para la época hizo su gran paréntesis como actor más serio, literalmente, digámosle. El siguiente año haría igualmente de policía protagonista en la mega famosa –de las que no tienen detractores- The Taking of Pelham One Two Three (1974), una película más de entretenimiento puro y duro, un noir de cine popular. Matthau hace de un policía sin tanta cosa encima, algo curioso pensando que su personaje es parte de una reconocida saga policial en la literatura. También puede ser que alguien lo eligió pensando en el título, jugando con lo inesperado, con romper con el lugar común y de paso mostrar justamente algo de sarcasmo. El detective que interpreta es de los que no se hallan felices con sus vidas, dentro de la monotonía y la indiferencia familiar, mientras están obsesionados con su profesión y la corrupción que tienen que resolver. Éste detective de paso deja ver que tenía un affaire con la mujer de su mejor amigo, con quien se obsesiona por resolver su caso, quizá por un mea culpa. Éste compañero de la policía muere asesinado, investigando sobre una prostituta en sus horas libres. De la misma manera es interesante ver que el meollo criminal se relaciona con un asesino de esos locos que matan en masa y que el modus operandi se repetirá como si fuera un accionar serial. Un super plus es la performance y el personaje que hace Bruce Dern. Es un detective de policía del tipo que tiene rasgos detestables y otras cosas rescatables, que pueden saltar entre el bien y el mal o rozar los límites. Dern hasta coquetea con lo sospechoso por el tipo de personalidad que tiene, de esos policías que se les adjudica de muy pedestres, propios de la misma calle que retrata tan bien Stuart Rosenberg. El filme tiene también ratos como de un poco muertos que no le ganaran fanáticos, pero que agregan más verosimilitud a la propuesta, sobre todo a esa vida del protagonista que bien define el título irónico. Tampoco es que las pistas falsas sean vacías del todo porque agregan un ecosistema de variopintos caracteres. La figura de la calle es bastante nutrida, hay pequeños gángsters, proxenetas, dealers o hasta vendedores de armas ilegales. Exhibe un panorama bastante completo y por ahí se instala muy bien Matthau y Dern como comiendo en las cocinas de restaurantes austeros. El quehacer de buddy movie también se maneja con cierta originalidad, puesto que llega a sobrevolar estar la vida en peligro de uno de ellos en ese compañerismo, tras su cuota de ambigüedad, tal lo muestra una interactuación con otro detective, que bien ejecuta Louis Gossett Jr. En éste compañerismo no asoma comedia, pero sí esquina. Es una propuesta curiosa, que se le puede criticar ciertamente, pero que en general es verdaderamente atractiva, vale la pena, mucho mejor que ver algo sin real personalidad o sin proponer algún tipo de reto formal. Hay que tomar en cuenta que se distingue aun hoy, como adaptación de una saga literaria renombrada y con bastante agua bajo el río, cosa que tiene peso, porque uno no quiere ver nuevamente lo mismo, de ningún tipo de cine.
sábado, 7 de junio de 2025
Las cinéphilas
Las cinéphilas (2017) es la ópera prima de la argentina María Álvarez. El documental sigue a 6 mujeres, 5 en realidad de las que profundiza. 2 de Uruguay, 2 de Argentina y 2 de España. Son viejas jubiladas y que yacen solas, son mayormente viudas, hay una que nunca contrajo matrimonio. Álvarez busca trabajar con el tema de la vejez y la soledad, a ratos se nota sus intenciones, como filmar a una viejita sentada con su andador que está esperando que la vengan a ver o recoger su cuidadora y está sola mientras la película le pone una musiquilla melancólica y se pone la cámara -zoom out ralentizado de paso- señalándole como alguien olvidado y triste, pero la viejita tiene cara como que está preguntándose: porqué detienen la cámara en mí, sin decirme nada. Hay algunos cineastas -felizmente son pocos y no muy conocidos- que quieren dársela de vivos con las personas que retratan, se ven por encima de ellos y a esa vera hay un público tonto que marca distancia de su propio reflejo, como que son otros los que están viendo ser puestos o expuestos en medio de cierta ambigüedad para no caer en ser perversos o mostrar cuanto hambre uno tiene de gloria por encima de la humanidad o empatía real de quienes utilizan oportunistamente, como si habláramos de aquellos periodistas capaces de todo por la gran noticia, que quieren filmar algo picante sin pensar en realidad en nada en la propia vida que recogen. El documental de Álvarez busca ser tierno con éstas viejitas solitarias, que quieren contar de sus vidas. Muestran sus existencias frontalmente. En su soledad y con mucho tiempo libre han encontrado en el cine un lugar o sentido para hallar o descubrir alegrías, felicidad, aventuras, llenar sus vidas. Una de ellas manifiesta como que le dicen que se le ve muy obsesiva, que porqué no para y ella responde que para qué va a parar, de hacerlo qué va ser de ella, de su sentido, como de su tiempo ocupado entretenido. Reza una frase que expresa que la humanidad no tiene ningún sentido en realidad, pero en su esencia el ser humano -cada uno, desde su individualismo y lo hace tanto el de abajo como el de arriba- siempre crea o inventa uno para sí mismo. Otra cosa particular de cierto tipo de documental es que nos descubre que hay un argentino que le gusta sentirse por encima de los demás, de ser canchero con el resto, incluso se observa en gente de bajos recursos, mofarse un poco de los "otros" y de ahí viene eso de que se les señale de pedantes como idiosincrasia general. Claramente no son todos, no todos se creen más vivos de lo que en realidad son, y en todas partes del mundo existe algo. Es una critica general hacia una forma de documentar o hacer cine en general, sobre todo cuando no hay mucho presupuesto y se quiere algún tipo de idea original, un hit o quehacer de culto de bajo costo. Pero la gente merece respeto y sensibilidad, sobre todo si no son malas personas. En ese sentido si bien a Álvarez se le ve que quiere hacer una película que enternezca al público o que digan, ¡oh (suspiro), pobres viejitas!, con ellas se nota que quieren hablarle a la cámara, quieren hablar de sus vidas, cosa también que puede ser un boomerang, ¿por cierta celebridad (o unos minutos de gloria) qué se logra?, ¿a qué costo? La cámara seduce mucho a mucha gente. La uruguaya Lucia agradece que la filmen. Es quien justifica que se les documente. Dice que no tiene a nadie que la vaya a recordar, pero cuando vean la película la gente se preguntará ¿quién es esa vieja?, y de cierta manera se indagará en su paso por el mundo. Es decir, se le ha perennizado. Es gente común y corriente, como la mayor parte del planeta o finalmente todos, aun cuando nos tendemos a considerar superhombres o excepcionales, sólo que aman el cine -sin demasiadas vanidades, de manera tradicional y para uno mismo- y de eso va la propuesta, así igualmente de la vejez y la soledad, y de un motor de vida que no nos haga sentir vacíos. Lo que sería la búsqueda de momentos de felicidad cuando hemos dejado atrás seres y cosas queridas. En eso queda perfecto la mención del club de lectores de Proust, como del tiempo perdido, el tiempo que ya se fue y donde le pasamos revista a nuestras memorias, a lo que ya hemos vivido para continuar con lo que viene ahora. Es un momento donde por madurez nos visualizamos. El viaje no termina hasta que termina, es decir, la vida alberga espacios de felicidad y los lapsos de derrota son más psicológicos que otra cosa, si lo ves bien. El camino sigue. Ese es otro punto interesante, todo siempre expuesto con suma sencillez, puesto que el presente es un documental muy sencillo, de los bastante amables. Y es que mucha gente célebre pasa a muy segundo plano cuando muere. Se diría -con respeto- que la muerte le resta importancia a todo el mundo. La vida siempre busca actualizarse, es actividad, es movimiento, es desarrollo, y lo que muere no sólo desaparece físicamente. Pensar en la trascendencia después de la muerte no debe quitarnos el sueño. No digo que hay que ser en todo promedio, o no aspirar a nada que vaya a ser historia, sino que hay que valorar mucho más el viaje, el trayecto. Hay que vivir, sentir, disfrutar, hacer y tranquilos. Una viejita (Norma) identifica la melancolía con tomar la sopa sola. Recuerda una película que se enfoca únicamente en el sonido que se hace en esa actividad, que busca recoger o plasmar un sentimiento, como el niño de cara al mar que voltea a mirar la cámara, el gran Jean-Pierre Léaud a los 14 años, en los 400 golpes (1959) de Truffaut -retratando su propia vida- que bien describe Lucia. Otra viejita yace en su cama echada meditabunda. Pero donde más gana el filme es cuando Paloma ríe de su propia locurilla o extravagancia, como cuando le manda cartas a su hijo casi a diario y se olvida de escribirle dentro. Ella es parte de un coro y, rodeada de gente, se le ve ahí contenta. Se menciona borrar nuestro rastro -que supone otro tipo de melancolía- con su marido, pero eso aunque puede sonar curioso como parte de éste filme tan sencillo no parece realmente importante, porque hay que buscar ser menos negativo, evitar melancolías (o malas poéticas) sin sentido, puesto que uno a veces se da ese matiz existencial, se asume en el drama. No digo que no haya cosas que nos molesten o nos hagan sentir mal, o que nos falte, pero como esa viejita (Estela) que se autodefine como cinéfila y no simple espectadora, tenemos que anclarnos a un motor o a varios. Debemos buscar algo que nos motive a levantarnos de la cama todos los días, puede ser alguien, o puede ser una actividad, crear o buscar una pasión, y aquí es el cine. Lucia habla muy bien, analiza sin mucho embrollo, de manera útil y reconfortante el séptimo arte. También se permite un poco de ironía y audacia con su propia vida al mencionar a Jeremy Irons.
martes, 3 de junio de 2025
Rififi
Ésta película lleva mucha fama encima y en efecto es un gran filme. Es un noir y una película de asaltantes. Hay un robo muy bien planificado, entrenado (alrededor de una sensible alarma, para una zona muy comercial, y con rondas policiales), gloriosamente escenificado, de una joyería, donde en el robo no se habla nada ni hay ninguna música de acompañamiento. Es un robo sin armas, puesto que de fallar esto indica más pena de cárcel. Los asaltantes son 4. El líder viene de estar en prisión, sin denunciar a nadie –tema que va en repetidas ocasiones-, es Tony le Stéphanois (el belga Jean Servais). Tiene 45 años. Con él está Jo (el austriaco Carl Mohner), el “muchacho” fornido, de aura bonachón. Lo tiene a Tony por su familia, como su primo mayor. A estos franceses los acompañan 2 italianos, según la narrativa, Mario Ferrati (Robert Manuel) quien es el gracioso del grupo; y el amigo que convoca, César el Milanés, nada más ni nada menos que el mismo director del filme, el notable director americano Jules Dassin –en su exilio en Francia- quien se otorgó dentro de su filmografía 6 roles como actor, aunque pocos son protagónicos. Aquí tiene una participación importante. En su personaje literalmente es el guapo del equipo, el conquistador de bellas mujeres y ahí entra a tallar su affaire con la cantante y bailarina –casi gimnasta- la hermosa actriz turca-francesa (futura musa de Fellini) Magali Noel quien canta –realiza una performance en un restaurante-bar- una canción en homenaje al leitmotiv del filme y título, Rififi, que significa peleas a puño limpio entre los hombres, los problemas entre hombres rudos. Para el caso, las siluetas se prestan para señalar el mundo criminal, a los gángsters. Noel hace tremenda performance. También se ve muy bella echada en la cama boca arriba con el cuello sobresaliendo mientras luce una expresión seductora. Una escena cuidada y llena de ingenio que dice mucho sin mostrar nada frontalmente. Noel hace de una vedette, accesible a fans atractivos y regalos, a aventuras con tipos malos. Trabaja en el local de un gángster, como si dijéramos dentro de la mafia italiana la familia Grutter, con Pierre a la cabeza (Marcel Lupovici, que tiene la imagen perfecta para el cine criminal, un iluminado antagónico sin demasiado requerimiento). Entre los malandrines que le acompañan es curioso ver a un drogadicto. Y también es curioso ver que ésta adicción será importante para confrontar a los enemigos. El final en el auto es muy histriónico, teatral y muy cinematográfico, de cierto suspenso en medio de mucho dramatismo. Hace pensar en ser inspiración para la obra maestra Un mundo perfecto (1993). El mensaje es que el crimen no paga, aun cuando Tony dice qué hay que vivir; es decir, hay que robar, aun cuando una línea menciona abiertamente que los verdaderos duros no son los hombres pobres o salidos de abajo que se vuelven criminales, sino los hombres pobres que escogen rehuirle al crimen. Tony es un criminal ranqueado, con reputación entre los gángsters, pero como en El Padrino (1972) tiene un código de vida que sigue, de no quebrar jamás la lealtad o de no hacer daño así nomás, quien justifica matar. Cree en el respeto criminal, como cuando en primera instancia le desagrada César por percibirlo como un modelo; él, así Pierre, tienen esas caras más curtidas –como por la edad- o más intimidantes. No obstante, aquí priman las acciones más que el aura de intimidación. La ambición pesa mucho, el dinero manda. Lo vemos transportando el dinero en maletín, un clásico ya desde entonces, con billetes que se ven bastante grandes. En el inicio, en el juego de póker, se observa que no se amilanan con nadie, éstas gentes son como perros de pelea, tal cual la propia canción para la película que interpreta Magali Noel. Igualmente, la mujer puede ser fuerte o valiente, retar el entorno, pero éste finalmente es un mundo de hombres, violentos, algo brutos, duros. Así se mira a Tony castigar con azotes la deslealtad de Mado (Marie Sabouret). La humilla. Es el submundo, no el mundo feminista. Tony habla sólo cuando es necesario. Mira con furia la realidad (para ello no se necesita tampoco de demasiada explicites). Él implica no tener nada suyo fuera de lo criminal, no conoce otra manera, similar al pensamiento del De Niro de Heat (1995). Esto también es vivir bajo el yugo de sus elecciones, por más astuto que se pretende. En el inicio le dicen literal que sin dinero no puede jugar (no puede hallar placer). Es el relato de lo criminal, pero vemos normalidad, momentos familiares, relaciones cariñosas y amables, no es que se trate de malvados a secas, pero si de gente sin otras miras para tener mucho dinero. En ello el filme, basado en la novela de Auguste Le Breton, es sencillo pero muy entretenido. Estamos ante un noir muy competente y no tiene nada de complejo. Cuando los policías detectan un carro sospechoso y revisan las anotaciones de las placas de autos robados estamos ante el ingenio puro y duro de un cine diáfano y potente.
domingo, 1 de junio de 2025
Welt am Draht
Ésta es una miniserie de 2 episodios y en total dura 3 horas 30 minutos. Es como si viéramos dos películas de promedio de tiempo (1 h. 40 min.). Una que continua en la siguiente. La dirige el alemán Rainer Werner Fassbinder. Adapta la destacada novela de ciencia ficción Simulacron 3, publicada en 1964, perteneciente al americano Daniel Francis Galouye. Es una obra muy interesante. Solemos pensar a los robots o las máquinas con alguna corporalidad, pero aquí se habla de la Inteligencia artificial y a estos robots como simplemente consciencia, percepción o pensamiento propio. Visto desde la filosofía, así mismo se inserta el ser humano en el mundo, puesto que el mundo es nuestra mente pensando en lo que nos circunda, es decir la realidad es nuestro pensamiento. Todo esto es parte de éste gran trabajo. La inteligencia artificial se proyecta como un pensamiento autónomo, pero aquí las máquinas no sojuzgan al hombre, es el hombre, el Dios que crea la inteligencia artificial, quien es el todopoderoso y muchas veces no tan bondadoso o justo. El retrato que vemos es como será Blade Runner (1982, que adapta obra de 1968 del gran Philip K. Dick) en cierta forma, las máquinas o la inteligencia artificial quieren ser como el ser humano, atrapados en sus designios, y esto consiste más que en una idea de sentido existencial o tener emociones –que las tienen- en obtener la libertad. Bajo ese planteamiento se trabaja con mundos simulados o virtuales, programas de computadora autónomos, pequeños mundos artificiales igualitos al del planeta. El hijo del hombre, la inteligencia artificial, emula al Dios-hombre, su imaginación no llega a tener limites. Repite patrones, descubre e inventa cosas. A esa vera se implica el thriller político, el thriller de la locura, propio de los 70s. Por un lado, tenemos a los empresarios codiciosos –aunque de manera bastante abierta- que quieren sacar ventaja del futurismo y por otro la subyugación de un mundo tipo 1984, pero aquí se trabaja la experimentación, el juego, la vanidad, humanas. La ciencia idealista está representada por los inventores del Simulacron 3, ellos son los héroes –simples personas o individuos finalmente; quienes hasta llegan a autopercibirse como la nada misma- que no pueden con el poder todopoderoso de los líderes de la humanidad, los dueños del planeta, que es algo gaseoso, indeterminado. En éste caso la inteligencia artificial tiene un halo de pequeñez, de “ordinario”, no obstante, de mucho potencial. Matrix (1999) bebe de aquí, además de que en la presente yace el espíritu de lo que será Blade Runner. La miniserie de Fassbinder es sólida de principio a fin, tratamos con una de sus mejores obras de su carrera. Lleva su impronta, pero sin exageraciones, hombres de color musculosos espolvoreados por aquí y por allá y mujeres guapas con pintas bastante liberales y promiscuas, fiestas de sutil lujuria, una cierta vulgaridad de clase alta cuando se sale de juerga. Es un sci-fi que no necesita de mucho artilugio extravagante en lo visual, todo se ve reconocible y así lleva total verosimilitud del mundo que propone, que sería levemente futurista en lo visual, pero lleno de ideas científicas y filosóficas, lleno de avanzada tecnológica racionalizada. Es una propuesta que seguramente desconcertó a muchas personas, pero que por ratos Fassbinder se encarga de explicar de manera sencilla y abierta en su narrativa, sino todo resultaría muy arduo de comprender para la época. Se pueden entender las manipulaciones de un programa de computadora y se mencionan hasta especies de clones. Lo importante aquí no es el cuerpo, aun cuando Fassbinder suele ser en su filmografía muy carnal, sensual, erótico en cierta manera, sino la mente, ser pensamiento, ser consciencia. Es una realización que mezcla lo intelectual con la acción y la adrenalina del thriller político setentero. Galouye se ve que fue un apasionado de la ciencia y un tipo muy creativo e inteligente. Aquí la ciencia convierte al hombre en un ente excepcional, la ciencia rompe toda naturaleza, rompe cualquier límite, es un canto a la inteligencia humana, aunque también habla de nuestra imperfección en cuanto al gran poder que representa, a caer en no ser idealista con ésta. La miniserie habla de la importancia de los idealismos, de vencer el narcisismo y el abuso del poder. Mal de muchos líderes, obtener poder y quedar obnubilado con éste, dejar de tener los pies en la tierra. Llamémosle, pensar en pos de todos. Es decirle a Dios que nos ame. Es decirle al hombre que ame a su prójimo. Es sentir empatía por lo que está bajo nosotros. El relato también es finalmente una historia de amor, de hallar a esa persona especial, capaz de salvarnos del peso del mundo. Aparece como cameo Eddie Constantine que inmeditamente nos hace pensar en Lemmy Caution y un pequeño homenaje a Jean-Luc Godard. Muy bien Klaus Lowitsch, en el papel de su vida, sumamente competente. Le da mucha identidad a ésta obra. Se la otorga el propio Fassbinder que de protagonista construye a un tipo de seductor –de 36 años; en varias facetas-, un sujeto típico del cine de acción, alguien quien de paso se le percibe muy alemán, aunque de poco tamaño de estatura. Sus escapes a pie y saltos son muy cinematográficos. Así como manejar un hermoso chevrolet corvette.
martes, 20 de mayo de 2025
Tardes de soledad
Ésta película va a mortificar o enojar a algunos y a producir felicidad a otros, refiriéndome a un alto estándar, no desde lo habitual. Es una película divisiva, se podría decir, pero sin ser estúpido o muy marketero el director catalán Albert Serra siempre ha gustado de crear un poco de polémica o debate. Muchos actores y directores de cine saben que en sus profesiones hay que buscar retos, distinciones. No todo el tiempo quizá, podemos pensar, pero al menos de vez en cuando, sobre todo cuando amas verdaderamente lo que haces y no solo se trata de dinero, que desde luego siempre es importante también. Los tontos mueren de romanticismo excesivo. No obstante, no es lo único a lo que aspira ni debe aspirar alguien apasionado de su arte. Es así que actores y directores apuestan por algo que rompa con lo convencional, que sea osado, que quiebre el confort (el suyo y el de los demás) mientras se aspira a ser memorable (valioso, justificado) rompiendo las expectativas comunes. Ahí se inserta éste documental, ganador de la concha de oro 2024, del festival de San Sebastián. Éste trabajo remite a la tauromaquia, la que representa la tradición y la identidad (para el caso, la española); y el progresismo mundial justamente discute todo ello, lo cual es parte latente de la actualidad. El documental de Serra se puede decir que a esa vera es políticamente incorrecto. La contemporaneidad implica poner ciertas nuevas reglas. Es algo que muta o que autoanaliza su mirada o posturas, pero por otro lado no se precipita ni cede a todo. El documental de Albert Serra es muy realista, muestra la tauromaquia en todo su esplendor, sin medias tintas, es tal cual es, no hay mentiras en lo que muestra. Es así que muchos van a odiar el documental y otros van a quedar anonadados o extasiados. Para quien ama la corrida de toros esto es ver la gloria misma. Para quien no, todo lo contrario, lo peor. Esto será inmediato, igualmente sin medias tintas. Serra muestra al torero peruano-español Andrés Roca Rey, de 28 años de edad, el mejor torero del mundo actualmente, haciendo su trabajo. Conocemos la tauromaquia de pies a cabeza a través de él, de la autenticidad de la cámara de Serra y de su protagonista. Es un documental antropológico impoluto. Roca Rey torea en varias oportunidades para la cámara que lo inmortaliza en pleno. Vemos a estos toros gigantes, bravos, intimidantes, salvajes, salir a éste coliseo romano moderno. Frente al poderoso animal se despliegan técnicas para acabar con éste que es en buena parte el espectáculo en sí. Hay un picador y un banderillero. Se le pica con una lanza y se le ponen 8 cuchillas en el lomo. Una vez sangrante y debilitado, el torero lo hace dar vueltas, atraído por el capote o la capa roja. En ello el torero se pega mucho a la bestia – cosa de cada uno- arriesgando su vida. Queda manifiesto en el documental. Roca Rey a menudo recibe heridas, cortes, embestidas. El toro cansado saca la lengua jadeante, babea, y finalmente recibe la espada que se incrusta en su espalda y cae moribundo. Lo acaban con un cuchillo en la cabeza y se lo llevan arrastrando con cadenas misma película Gladiador (2000). El torero celebra a veces exhibiendo las 2 orejas cortadas. Saluda con su montera, sombrero. Hay cierto acto de pavonearse, muy histriónico, muy artístico, en todo el ruedo. Una cosa particular es que la cámara de Serra prácticamente no muestra al público, es sonido a ese respecto (celebración), pero se entiende que se quiere centrar en lo específico del asunto, el toreo y el torero. Es arduo de ver. Serra no se guarda nada, todo está ahí para quienes odian y aman éste espectáculo. Es algo que tiene de primitivo y de elaborado. Ver esto es como si el torero representara a los antiguos primitivos matando un mamut. Una reminiscencia de sobrevivencia y desarrollo de una técnica. Vemos toda la preparación, como le ponen el vestuario al torero, es interesante conocer cada detalle a ese respecto. El torero tiene un ayudante para vestirse y con éste se reviste de cierto endiosamiento, cierto acto de admiración cultural y social. Serra encuadra desde distintos ángulos privilegiados. No hay banda sonora muchas veces, es ver el momento en todo descarnamiento. Al torero lo transportan en camioneta que lleva una cámara ahí dentro al estilo de las confesiones en taxis de HBO. Lo llenan de elogios. Roca Rey se mantiene sentado en el sillón principal muy natural, aunque se percibe en él la tensión acumulada de un acto que contiene riesgo, que implica vencer el miedo. No cae antipático nunca, es verdad, a pesar de que por momentos lo asumen como alguien salido de otro planeta, como vemos a su equipo de camaradas en la camioneta darle full respaldo con palabras. Ayudantes y compañeros del torero le demuestran admiración. Comparten el mismo sentimiento. Es difícil para quien escribe dar un veredicto, pero así también hay películas, hablando de las que realmente lo ameritan. Considero que Serra ha sido imparcial a cierto punto o eso se recoge de todo lo que observamos, donde se percibe empatía por cierta sensualidad que brota, aun en un mundo que luce machista. Y en otros ratos se le siente crítico en como muestra en primer plano al toro ser demolido, en poner la cámara donde las papas queman. El documental es bueno porque coge la esencia del torero, su lado humano, pero también muestra sin adornos qué pasa con el animal.
miércoles, 14 de mayo de 2025
La strega in amore
Damiano Damiani adapta en su película hecha a la italiana la celebrada novela corta Aura (1962) del mexicano Carlos Fuentes. Un escritor, historiador y/o un periodista, Sergio (el británico Richard Johnson), es un mujeriego empedernido. Se da cuenta que una señora de cierta edad lo anda siguiendo o vigilando. Intrigado y fastidiado trata de acercársele para confrontarla. Un día le muestran un aviso del periódico donde éste parece hablar exactamente de él profesionalmente, de requerir sus servicios. Todo lo atrae hacia esa extraña señora que lo persigue, Consuelo (Sarah Ferrati). Como es una mujer vieja, Sergio no quiere saber nada de ella. Pero de repente en la casona de Consuelo aparece una mujer joven muy bella, Aura, interpretada por Rosanna Schiaffino, una ex modelo en la vida real, que soñaba con ser la próxima sex symbol italiana del cine y que finalmente no llegó a consagrarse. A Sergio, Aura, le parece mentirosa y corrupta (y difícil), entonces queda prendado de ella o quiere agregarla a su lista de conquistas. El problema es que Consuelo está muy unida con Aura. Consuelo es la madre alcahueta, inseparable, como en cierta forma te recuerda a Psycho (1960). Recordemos además que Ti West dijo haberse inspirado en ésta magistral película en su última trilogía sobre la vejez. La strega in amore (1966) es un filme de terror que tiene mucho de cine negro. Aura por una parte así parece una femme fatale o una especie de viuda negra. Por ese lado, recuerda a Luna de Hiel (1992), el agotamiento de lo sexual en el ser liberal. Así mismo tiene injerencia que la condición económica de ellas no es muy buena y han sido una familia adinerada. Sergio no es rico, pero se le perfila hacia obtener de él algo similar, como comenta Fabrizio, en la performance del gran Gian Maria Volontè, quien ya había trabajado con Sergio Leone en 2 de sus populares spaghettis western, pero aun no estaba en su máximo esplendor como actor, no obstante, exhibe cierto desarrollo actoral. En dicho comentario de Fabrizio se sugiere que puede convertirse Sergio en alguien capaz de llegar a hacer cualquier cosa por Aura, como si fuera esclavo del vampirismo o un hechizo, tal como volverse fácilmente criminal. El apasionamiento es dibujado como entrar en una espiral de subyugación mental, perder toda facultad de discernimiento o mesura propio. Y esa será la lucha sutil. En un momento baila Consuelo y también Aura de manera desenfrenada, incitando a Sergio a la demencia. Los hombres aquí se degradan por su apasionamiento. Ahí se puede ver conexión con Japón (2002) de Carlos Reygadas, en otro sentimiento. Hay una carga erótica cuidada en Rosanna Schiaffino como objeto de deseo, pero donde Damiano Damiani se mantiene discreto, humilde, sobre todo a los estándares de su época o hasta incluso del cine italiano. Damiani prefiere hacer un filme clásico, gótico, que típicamente sesentero, o de cine B, aunque tiene su cuota de cierta ridiculez narrativa (como literalmente lo es lo de la matagatos), si bien no daña el conjunto. Con Aura existe cierta ambigüedad de si seduce hombres y se deshace de ellos. En esa dirección se dice que Fabrizio, el amante de Aura, es peligroso, un mal elemento. Es un poco la temática del reemplazo de la novela icónica El Cartero siempre llama dos veces (1934) y de mucho cine noir. El hombre es malo y se pide que lo anulen, para ocupar su lugar. No es cuestión de simplemente decirle que se vaya. Fabrizio parece más pasivo que agresivo, pero un juego de esgrima lo pone a lucir también pícaro. Es como si fuera en realidad, Aura, un castigo para los hombres que se pretenden astutos con las mujeres. Aura intenta dominar a Sergio. En todo esto entra a tallar Consuelo quien no quiere dejar pasar el tiempo, no quiere aceptarlo. Es la mujer que ha dependido mucho de su belleza y le mortifica envejecer. Pensemos que es lo mismo con el vampirismo, el derroche de sensualidad y la vida eterna. Como una enfermedad, Sergio, empieza a perder la cabeza por la mujer que considera físicamente espectacular, por su deseo de poseerla sexualmente. Llega a entender todo, pero podría ser demasiado tarde, ya ha cruzado la línea, ha ido enmarañándose, lo han embaucado, le han dado de su propia medicina. Éste filme es en realidad un relato de perdición que de reencarnación, si bien es en gran parte fiel al libro y una notable adaptación cinematográfica. El misterio es sencillo, pero está bien ejecutado, aunque se toma algunas licencias, maneja algo de trampa, que dejan oscilando la narrativa entre el terror y el noir.
sábado, 10 de mayo de 2025
L'Istruttoria È Chiusa : Dimentichi
Lo que sorprende inicialmente es que Franco Nero aunque hizo una carrera con varias producciones de bajo nivel es de reconocerle que es tremendo actor. Aquí realmente lo hace muy bien, es muy expresivo, sabe contener el miedo y el dolor de su personaje, sabe ser frágil y también valiente, todo de manera convincente y bajo contundente emocionalidad. El director del filme, Damiano Damiani, también es un gran director de cine, quizá muy poco reconocido para la buena calidad de sus películas, que no se revisten de demasiada materia, recurren bastante a lo esencial sin caer en lo monótono. Igualmente domina el cine de entretenimiento y lo hace con cierto grado de sofisticación en sentido de darle sustancia al cine de género que hace y que puede leerse hasta un poco intelectual, sin dejar las coordenadas de un cine accesible a cualquier espectador, hasta el más afín al de la acción pura y dura. El cine de Damiani es realmente seductor. Mantiene un alto nivel de atractivo como narrador. Su arte es interesante y al mismo tiempo se ve con mucho agrado hedonista básico. Nero interpreta a un arquitecto que cae en una terrible cárcel llena de mafiosos y asesinos producto de un choque accidental y su fuga. Es un hombre de bien, un hombre de dinero, un hombre incluso idealista a cierto punto, pero esto se pondrá a prueba producto de la ley de lo criminal, la ley de la sobrevivencia. En la cárcel conoce a un hombre realmente probo e intachable que es capaz de sacrificar su vida por sus principios. Vanzi (Nero) intenta hacer lo correcto, pero al tratar con un importante mafioso de la prisión, Salvatore Rosa (Claudio Nicastro), que uno puede confundir con el director de la penitenciaria y quien necesita deshacerse de Pesenti (Riccardo Cucciolla), el sujeto idealista que quiere señalar la culpa de cierta mafia empresarial, entra en una vorágine de miedo frente a la criminalidad de la prisión. Damiani maneja éste miedo como pocos, como se puede ver en el esquema y ejercicio dotado que coloca en su magistral película –valga la obviedad del título- I Am Afraid (1977), con los grandes Gian Maria Volontè y Erland Josephson. Hay un buen plan –que lleva cierta originalidad como película en toda su estructura hasta el final devastador y traumático- para sacar de en medio a Pesenti que lo involucra a Vanzi como fintiando su participación casualmente y en ese trayecto se ve como puede uno quedar fuera de circulación si chocas con los poderosos amos de la prisión. Es un filme que muestra muy bien la fragilidad de vivir o morir si te ponen en la lista de los enemigos oficiales o cuando estás como anillo para el dedo como prueba de legitimidad. Es de esa manera que muchos capos de la mafia se ganan el miedo y el respeto, por su cualidad de miserabilidad. Vanzi hace lo que puede para adaptarse, pero el lugar lo sobrepasa, como a cualquier persona de bien. El realismo del filme es potente, no cae en la caricatura, ni tampoco en la sobredimensión. Así el sistema para tener sexo (con la impresionante Patrizia Adiutori) en prisión es audaz y coherente. El dinero en la cárcel te puede ayudar, pero el poder (la pirámide) está primero. En ese ámbito Pesenti es un kamikaze, pero Vanzi es alguien mucho más pedestre y la pieza clave para el jaque mate en varios sentidos. Temer morir está en todos, pocos hombres pueden ser realmente heróicos, Pesenti es uno de ellos. Pero Salvatore es un demonio en toda la palabra. Igualmente, el cinismo y la frialdad del guardia al mando del centro (Turi Ferro). Hay diversos vínculos de amistad en prisión. Asistimos a muchos tipos de presos, como Biro (John Steiner), el eterno delincuente juvenil. También se apela a la dignidad del preso, como con Campoloni. Muchos estan expuestos a la fragilidad de la existencia, en un lugar donde es un pequeño reino donde favores esenciales valen más que la propia vida. Es el opuesto de la civilización idealista donde cada ser humano es importante. También hay una señalización de clases bajas empujadas a corromperse, como arguye el jefe de policía. Es una película pesimista, pero también la cárcel representa un submundo infernal.
jueves, 8 de mayo de 2025
Simple Men
Ésta es una película que revisa la mirada afectiva de los hombres hacia las mujeres. Se dibujan hombres hasta desequilibrados, como el ex marido, pero los hermanos protagonistas son hombres que tratan bien a las mujeres, quieren enamorarse y ser correspondidos, hay un toque soft del director en cuanto a esto, sobre el prototipo del seductor, exhibiendo un seductor fiel y de buenos sentimientos. Es una película que promete acción literal, pero en realidad es sobre mucha cotidianidad, aunque hay un robo como apertura, sin embargo, sin ninguna violencia. Los hermanos protagonistas, Bill (Robert John Burke) y Dennis (Bill Sage), huyen de la ley. Dennis porque viaja con su hermano mayor, retroalimentándose mutuamente de aventura. Siguen la pista de su padre que es un especie de terrorista light. Después se dice que es ante todo un jugador de béisbol, como quien revela la verdadera esencia de las personas, tal quien vence para los entendidos la mala reputación, mostrando hombres rudos que son buenas personas. El padre es un revolucionario, explicado de manera muy general y funcional, y así es toda la película de Hal Hartley, de austeridad, sólo que no se siente, que la dimisula muy bien, que sabe manejarse a manera igual a como si se hinchara, y cumple con ese engrandecimiento, y se debe a que hay muy buena argumentación en todo el filme, llenando de información la propuesta, mediante unos diálogos muy sustanciales y dinámicos, que se meten dentro de algo por una parte teatral, como si hablaramos de una película shakespeariana. Hartley es intelectual y al mismo tiempo cool; alguien culto y a la par relajado. El filme va de seductores de mujeres bonitas, pero también inteligentes y amables; a ratos muy fuertes, pero empáticas, coherentes, sencillas. Está la rubia grande (Karen Sillas) y la morena delgada (Elina Lowensohn). Mujeres con personalidad e independientes (una es dueña de su propio restaurante y es granjera a medio tiempo; la otra le ayuda). Es un filme sutilmente elegante; de bajo presupuesto, pero cuidado. Se nota una obra hecha por alguien inteligente que sabe proponer personalidad sin gastar tanto, y sin fuegos artificiales ni grandes efectos, salvo ideas simpáticas como bailes rockeros en cafés a lo Banda Aparte (1964) o anhelos de aprender francés para obtener una cita. Es una película que habla de violencia, existen varios actos criminales, conflictos hasta políticos-sociales, disputas por mujeres, pero lo brutal está totalmente descartado, y no se le hecha en falta, lo cual es la virtud de su buena argumentación, de como propone y resuelve finalmente las cosas. Es una película que en realidad habla de parejas o seducciones románticas, de como se relacionan afectivamente hombres y mujeres, simples (por opción de aprendizaje, del que no deja de creer en el mundo), como invoca el título. Se mencionan mujeriegos, mujeres que se arriesgan por amor y se trata de apostar, jugársela para ganar. Algunas veces pierdes, te ataca la emotividad como al jefe de policía, pero finalmente llega lo que buscas.
domingo, 13 de abril de 2025
Sorda
Ésta película española tiene de protagonista a una mujer sorda de 40 años, interpretada por Miriam Garlo que en realidad es sorda. La película de Eva Libertad, su segundo largometraje y el primero en solitario, nos muestra la vida cotidiana de Ángela (Garlo), con su pareja, Héctor (Álvaro Cervantes), quien es oyente. Héctor se ve que es un buen marido y una persona amable y correcta. El relato muestra amor entre ellos, escenas románticas bien desarrolladas para parámetros de llamémosle arte, además Ángela muestra sensualidad. La película pasa por cierto feminismo expuesto desde su protagonista. Un feminismo que es un poco ombliguista o yoísta, más que pensar en la sobrevivencia o en los derechos igualitarios más importantes. El filme claramente es la historia de Ángela, quien tiene una actitud un poco de víctima frente a ser sorda. Ella llega a gritar abiertamente que es fastidioso ser sordo -poniendo una palabra mucho más leve en su boca- en un planeta dominante de oyentes, como si no le comprendieran (anhelando y pretendiendo un especie de 100%, lo cual puede resultar un poco iluso porque es habitual en el ser humano que haya una cuota de complejidad en ponerse en el lugar del otro, aunque esto no sea lo más óptimo, lo mejor para todos) o no se sintiera del todo integrada por el resto (negando ella misma a un punto el hecho de ser sorda o aun no aceptándolo al 100%). Quizá en realidad es que a ella se le complica más de lo usual, porque vemos que en la película todos son igual de amables y comprensibles que Héctor quien hasta se expresa normalmente con señas, y además muchas de sus amistades son igualmente sordas y se les ve felices. Ángela parece que en realidad es la que está metida en esa actitud de fricción frente a la vida o su condición. De ésta manera la vemos siempre mirar juzgando su realidad de sorda y a su entorno y, por supuesto, todos lo hacemos, pero en la película es constante, tanto que parece llevar cierta antisocialidad en su personalidad, pero de los que no quieren aislarse, sino como quien quiere que todo sea perfecto, y por un lado está bien ser un poco exigente. Ella se escapa a la discoteca a bailar sola, como quien se libera de sus pesares personales y/o sus responsabilidades (maternas), y no es que no sea humana y eso hay mucho en ella, un cierto engreimiento en la composición de su personalidad, lo cual contrario a lo que se puede pensar suena interesante de ver en una película, sin necesariamente alentar aquel comportamiento, observado que la maternidad es parte trascendental del crecimiento emocional y existencial de la mayoría de las mujeres. En Ángela muy a menudo está presente esa mirada literal (de su sensibilidad) de descontento (no expuesto inmerso en la melancolía, sino como disgusto que pasa desapercibido por otros), sutil digámosle, frente a sentirse un poco fuera de lo convencional, pero el problema en realidad parece en buena parte su actitud, aun cuando ser sorda de hecho que tiene sus dificultades particulares (como cosas donde sentirse fuera de cierta interacción), pero uno diría que con 40 años ya ella tiene experiencia de vida y debe haber aflorado en sí una necesaria resiliencia, lo que ciertamente es parte de existir, ya que todo ser humano tiene retos personales si bien distintos. Es ahí que en ella asoma ese feminismo yoísta, de estar siempre dispuesto para pelear y está bien ser fuerte (y todos podemos ser frágiles), pero tampoco se trata de exagerar la nota, porque el filme se ve super integrador (quizá es querer más). No obstante sin ser superficial o ligero en decirlo es aceptar la realidad -que tampoco es conformarse con un escenario injusto, incluso de la vida- y ponerle punche a todo. Ángela llega hasta anhelar que su hija por venir sea sorda (cree que hasta se le está menospreciando al criticar su deseo, y le fastidia que su esposo esté pendiente de como será la bebé a ese respecto, cuando es de lo más normal), lo cual suena un poco tonto, una integración que tiende a exagerar, propia de los tiempos actuales que llegan a excederse en cuanto a lo políticamente correcto o a un ideal hiperbolizado, quitándole visceralidad o vitalidad a la vida (que no puede ser mecánica ni aséptica, porque no nos identifica, ni a nuestra real evolución), que no significa decir que se acepte maltrato. Quiere como imponer su mundo y es normal, todos buscamos construir nuestro contexto, si bien la vida nunca es cálculo absoluto, no obstante puede ser más beneficioso y/o saludable ser más simple y buscar integrarse a lo demás, y la gente, claro, ser empática. La problemática del filme es de cierta austeridad, pero no deja de ser interesante, ver el mundo desde la personalidad particular de Ángela frente a su sordera, que ha creado la directora y guionista, sin que halla en Eva Libertad exageración de dramatismos, ni asomo de melodrama, o golpes bajos, sólo problemas comunes, metidos dentro de mucha modernidad. Es una película que se siente bastante personal y eso le agrega mucho a favor, leer la sordera desde el feminismo, aunque uno debata un poco y le critique por una parte, pero en ello también se muestra la riqueza de la temática y la sabiduría de la elección del cine español donde lo familiar se vuelve atractivo, profundo, dinámico y amable. Es una película donde la austeridad no es que signifique que no pase nada. La cotidianidad de la sordera se ve efectiva y genera atención e interés. No hay pocos momentos, hay muchos dentro de esa cotidianidad específica.
viernes, 11 de abril de 2025
Mickey 17
Ésta es una película de entretenimiento y yo diría de cine puro y duro. Uno puede hallar correspondencias políticas, pero esto es como pensar más en el deja vu y no en lo random. No faltará pensar que habla del fascismo y de Elon Musk como el próximo creador de Skynet. Pero el filme no necesita de esto, es entretenido tal cual, aun cuando por ratos puede pasar por un poco anodino. Hay momentos donde falta más originalidad y más espectáculo, uno que te saque del lugar común, pero habiendo tanta agua bajo el río es complicado tenerlas todas con uno en cuanto a sorpresa, novedad y creatividad. Pero el filme cumple su función, tiene su cuota decente de originalidad y espectáculo. Al director cool Bong Joon-ho, creador hábil de un propio cine social, actual, moderno, se le nota cierta madurez, parece estar más realizado consigo mismo en cuanto a querer impresionarnos, pero se le nota aun, como es lógico, pasión por el séptimo arte, pero va de la mano de su experiencia y del personal cine que ha hecho. Se le nota más cerca del triunfo de The host (2006) que de la caída de Snowpiercer (2013), pero tiene de ambos, mejorando donde falló en ésta última. Mickey 17 (2025) es una película más intrigante que Snowpiercer la cual en el papel prometía mucho, se oía muy cool. El filme tiene una historia de un muchacho (Robert Pattinson, si bien tiene 38 años) que ha hallado un trabajo peculiar, se ha vuelto un prescindible, alguien a quien se le desecha sin problemas, que se usa para experimentación científica, producto de que puede ser clonado con facilidad, devolverle la vida y sus memorias, aun cuando se percibe un claro menosprecio con quien es como persona y, sí, se puede entender de cierta sociedad, sea ser juzgado por parámetros intelectuales o económicos o ambos. Mickey (un muy talentoso Robert Pattinson) es un muchacho sin rumbo, que se deja llevar por el entorno, en particular por un amigo más astuto que él (Steven Yeun, quien también está en estado de gracia), y así termina metiéndose en un embrollo criminal que lo lleva a ir inconsciente a convertirse en un prescindible. Aquí se podría pensar que algo superior, el destino podría ser, junto con las oportunidades, medio que lo han empujado hasta ahí o le ha terminado encasillando. Pero en realidad nunca se deja de leer que Mickey siempre ha tenido y tiene opciones, si bien tiene que crearlas o creer en sí mismo. La trama, una circunstancia en especial, que consideren que ha muerto nuevamente y le den vida al siguiente clon suyo, Mickey 18 (que lleva un toque personal de perversidad y picardía; cada uno tiene algo diferente), hará que mejore su intelecto, y que sea menos pusilánime con existir, que se valore más y a la vida misma que se adjudica. Es querer vivir (amar la existencia) y no solo eso, vivir bien. Todo esto está metido en un especie de gobierno menor o sucursal dentro del mandato oficial de la humanidad, como señalando que el ideal se mantiene intacto, perdura, aunque haya que hacer arreglos más abajo. Éste pequeño reino está dirigido por un personaje ridículo, digámosle farandulero, un amante de la celebridad, del autobombo. Muchos dirán que esto es propio de la época en que vivimos, un representante acorde con el presente, pero también es una fuente para fabricar bastante humor negro que incluye algo de quehacer grotesco (como Pattinson, muy en estado físico natural y potente visualidad, cayéndose desnudo de la máquina que una vez muerto, muchas veces salvajemente, lo clona). De paso para generar la autocrítica de nuestros tiempos (como le pasa a todo cambio de la sociedad). Mark Ruffalo hace de éste personaje notoriamente caricaturesco el cual debe ser juzgado en esa medida, al ser su performance abiertamente exagerada, por tanto eficiente al humor y parodia que practica. Aparte hay una historia complementaria, de descubrimiento científico (si bien es comprendernos a nosotros mismos), con una invasión de Aliens, que habla de humanizarnos frente a los animales en general, que recuerda a (la buena película que fue) Okja (2017), partiendo de mayor extravagancia, a través de los insectos (lo feo o desagradable), y a esa vera esperar lo inesperado, la bondad donde no la solemos pensar. Esto puede leerse como una lectura antibélica, frente a pequeñas guerras donde un poder mayor o que se siente así enfrenta a un poder muchísimo más humilde (aun cuando se está descubriendo otro mundo). Puede que sea como decir que en ello la tara principal es otra a lo que se suele estimar. Manifiesta un diálogo que estos Aliens blufean. No tienen el poder que hacen creer. Es más querer (ser valiente y, si se quiere, justo) que tener (recursos). Éste es un llamado al planeta (medioambientalista, animalista, de multiculturalidad, de convivencia). No obstante es normal que uno mire con recelo lo desconocido. Tampoco se trata de subestimar -que es el elemento principal del relato en varios sentidos-, de no reflexionar, de no tomar precauciones. Es un llamado de mejorar la sociedad, de pensar qué hacer, tal como se discute tanto la ciencia que plantea el futuro, que controla el personaje de Ruffalo y la que hace de su mujer (la simpática Toni Collete, aunque tiene un papel opuesto). Ellos proporcionan humor ligero, humor esperpéntico a un punto. Invocan banalidad. En cuanto a lo romántico, la actriz Naomi Ackie implica liberalidad, feminismo y ciudadanía del mundo.
jueves, 3 de abril de 2025
Presence
Ésta es una pequeña película de terror, una película que se nota de bajo presupuesto, que se ve muy poco suntuosa, de acabado humilde, como su puesta en escena, como su escenario, además hay pocos personajes, veremos poca gente. El lugar donde nos enfocaremos es una casa de clase media de un buen vecindario a donde irá a mudarse una familia. Pero se nota el talento de Steven Soderbergh para que aun cuando el filme se observa humilde no significa pobre, no se percibe defectuoso o que sea un lugar con demasiados huecos, aun cuando hay una estética austera, con pocos adornos. El guion corre a cargo de David Koepp con quien trabajó en (la película decente) Kimi (2022) que también era de un presupuesto sencillo digamos. Koepp es un guionista de cierto renombre, ha trabajado con Brian De Palma, con Robert Zemeckis y con David Fincher y el resultado han sido buenas películas. También ha trabajado y sigue trabajando con Steven Spielberg. En su currículo hay altibajos (como con Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, 2008), pero es indudable que en promedio sabe bien lo suyo. La película de Soderbergh tiene una narrativa igualmente sencilla, pero está muy bien distribuida y bien narrada, aun cuando por ahí sobre un poco de metraje que le cuesta algo de interés. Pero es una película que va más allá de la historia de toparse con fantasmas. Le suma una nota criminal y un quehacer que uno recuerda de la notable y popular El Sexto sentido (1999). Es decir, como lo dice una conversación, los fantasmas siguen rondando el mundo terrenal porque hay algo que tienen que completar, hacer o manifestar. En ellos se rompen los límites del tiempo, como bien sabemos. El filme empieza como el avistamiento del miedo a lo desconocido, previa instalación sutil del drama y la inquietud y el desequilibrio personal, para convertirse en la historia de la adicción existencial por la perversidad. El menosprecio puede generar monstruos. Éste sentido se ve sostenido dentro de la idea juvenil del éxito, como con la vulgaridad del hermano, frente al dolor ajeno, aun cuando puede haber momento para la redención, si bien se llega a manejar otra mención de resentimiento, el cual se puede sentir curiosamente irónico. El aclimatamiento a la familia tiene su virtud, lleva peso, hay aquí personalidad. El filme no recurre a la extravagancia y no por ello se llena de lugares comunes, si bien está al tanto de la empatía sin tampoco exagerar éste anhelo recurriendo a cierta complejidad. Se puede decir que es una historia clásica de terror siendo coherente con todo el paquete. Nos vemos hoy sin llenarnos de modernismos en varios sentidos. También está muy bien que el sexo se ve muy natural. La familia así mismo maneja muy bien un lado multicultural englobado en lo americano, que incluso más llama la atención pensar en The Big Show, quien se gana al público.
martes, 25 de marzo de 2025
Fiume o Morte!
Fiume o morte! (2025), del croata Igor Bezinovic, ganó el premio mayor del festival de Rotterdam 2025. Es un documental que recrea dramáticamente imágenes de archivo y le pone por momentos un poco de comedia en el asunto. La historia que se nos cuenta parece salida de la ficción pero todo es real, con una documentación pormenorizada de lo que se nos muestra. Lo que vemos todo lleva un soporte histórico que se justifica directamente en pantalla. Igor nació y creció en la ciudad croata portuaria de Rijeka y es ahí donde se contextualiza el documental. Narra la invasión del célebre escritor italiano Gabriele D’Annunzio que en 1919 con 56 años tomó la ciudad de Rijeka por entonces llamada Fiume, un lugar que era disputado por italianos y por la naciente Yugoslavia. D’Annunzio formó un pequeño ejército y tomó la ciudad, sin prácticamente resistencia alguna. Lo que le ayudó a conseguirlo fue que era muy respetado y admirado en Italia y no querían hacerle daño. La misma Yugoslavia miraba sin hacer nada por temor al poder italiano. D’Annunzio puede verse incluso como cierta inspiración para el mismísimo Mussolini que en 1921-22 pondría en ejecución el fascismo. El mandato de Gabriele D’Annunzio duraría 1 año y 4 meses, durante 1919-1920. No fue propiamente fascista, pero lleva cosas en común. D’Annunzio gobernó sin ser elegido, y aunque la ciudad era croata había mucha población italiana por entonces y era hacia ellos quienes gobernaba, incluso menospreciaba al propio pueblo croata. Bezinovic hace uso de sus compatriotas de Rijeka que participan en las recreaciones. Muchos lo toman a juego, con lo cautivante que llega a ser para montón de gente participar de una película. Actuar en ella. Hay una cantidad considerable que lo hace bastante bien. Las recreaciones de las fotografías, murales o pinturas por la población actual de Rijeka se ve muy profesional, muy detallista. Fácilmente se podría haber hecho una película no documental de lo que observamos (es como si asistiéramos por una parte a su preparación, si bien éste es un filme hecho y derecho y encima bueno). Llega a haber una banda significativa de hombres calvos que copian la apariencia física de D’Annunzio para verlos en acción y muchos son gente seria, profesionales consumados de otras carreras. La película es moderna y dinámica, no es la típica película rara ganadora del festival outsider o minoritario, sino puede entretener sin dificultad a cualquier espectador. Hay acompañamientos que podemos tomarlos por punks o juguetones como el uso de una batería en una pequeña banda al aire libre y canciones que te ponen en ritmo o te sacan una sonrisa. La historia se narra de una manera distintiva y al mismo tiempo para todo el mundo. Se puede aprender de datos curiosos y asistirlos de manera atractiva y además corroborado como documental. Sin duda, D’Annunzio era un tipo especial, muy particular, con su infaltable cuota de locura que es lo que suele anidar, algo, en toda originalidad. Lo que hizo es un acto de extravagancia extrema para quien era él, un célebre y talentoso escritor de cierta edad. Parafraseando a Pasolini, éste podía haber sido el capricho o engreimiento de un egomaniático. Pero además hay que tener bastante coraje. Se enfrentó a actos militares, recientemente terminada la primera guerra mundial, o donde podía anidar la violencia y la muerte. De hecho hubo gente que perdió la vida con ésta pequeña invasión. A esa vera lo señalan ligeramente como un especie de futuro Che Guevara; otros, un prototipo de fascista. De Italia recibió cuantioso apoyo, como de hasta un premio Nobel italiano, incluso Mussolini le donó dinero. Fue tremenda aventura para él que perduró durante 17 años después donde fue a vivir y que ha quedado de museo, y que sembró un background bastante anecdótico en la hoy Rijeka. Se exhiben en pantalla muchas historias -hay mucha información interesante- de esa época, alrededor del lema símbolo que pintan en paredes las milicias de D’Annunzio, Fiume o muerte!, el no querer irse por nada del mundo. Visualmente es un muy buen documental; a ratos minimalista, pero que sabe recrear sólidamente el pasado. También es curioso oír las tantas impresiones de los croatas contemporáneos sobre el pasado de su ciudad, sobre la llamada Fiume y D’Annunzio habiendo bastantes que participan con sus performances, puesto que la historia fue escrita por un tiempo por italianos, pero éste documental es croata, está dedicado a ellos y de ellos hacia el mundo, es ahora su historia.
lunes, 24 de febrero de 2025
The Getaway
Ésta es
una película de acción muy buena. Pero hubiera sido perfecta sino fuera por la
introducción que se hace del amor de pareja que se exhibe muy propia de
telenovela, pretendiéndose poética, y hasta en la laguna parece comercial de
tv., si bien es importante porque el filme se solventa de ésta relación. Ésta
parte inicial notoriamente romántica luce muy endeble y no es tan breve, parece
de otra película. Incluso el protagonista peca mucho de híper sensible en esa
consonancia, no como un convicto, alguien que ha pasado las de Caín en la
cárcel. Sobre todo cuando su salida implica que seguirá por el camino criminal.
Pero después el filme otorga intrepidez en su acción, se pone realmente
memorable, sin exagerar la grandilocuencia. También con los pergaminos y
maestros que tiene, una novela de Jim Thompson, Walter hill como guionista y
Sam Peckinpah en la dirección, no había pierde. Ali MacGraw en sus 33 años se
luce muy bella, se diría que es irresistible para cualquiera, pero se le
percibe en buena parte frágil para el personaje que tiene y que se necesita
como soporte. De todas formas cumple, no malogra el filme. No es la elección
más idónea, pero da personalidad al conjunto, aun así. Ella no tiene una
carrera con muchas actuaciones; ésta debe ser la mejor que ha dado. La parte
del basurero es bastante emocionante, claro reel del mejor cine de acción. Muy
detallada. Cine puro y duro. Las tomas del recojo hasta el terral te ponen a
sentir un paso a paso de mucha potente tensión. Igualmente el desenlace a lo Unforgiven
(1992), con los 6 hombres contra uno es súper atractivo. Full adrenalina.
Produce escenas gloriosas. Doc McCoy (Steve McQueen) con su escopeta y su
revólver, dando la cara, en desventaja, a lo Django (1966), es oro puro.
Finalmente ahí lo vemos al protagonista en toda hazaña. La llegada de los
mafiosos sureños de aire clásico en el carro musculoso parece salida de una de
las mejores películas mexicanas de ajuste de cuentas. Posee una maravillosa
visualidad. Se ve super into the movie, en el contexto americano folk. Ben
Johnson como el capo y político corrupto, con una mirada filosa y a otros ratos
sutilmente pícara, muy sugerente, es tremendo acierto desde el principio hasta
el final. Es un formidable antagonista. Mención especial además de John Bryson
como el contador. Cuando dice que hay que dejar el cadáver en una zanja,
limpiando su rastro y la escena, suena a noir serio. Las persecuciones y
enfrentamientos con la policía también generan muy buena acción. Se nota una
fuerza policial muy poco inteligente, poco previsora, más funcional, como pasar
cerca de un ómnibus sin notarlo, o no poner barricadas en el pase a la
frontera. Pero puede verse como la película de otra época, más light en todo
sentido, más despreocupada. McQueen es sólido como antihéroe, de ladrón de
bancos. Trasmite mucha naturalidad. Tiene un toque de tipo duro muy conseguido,
sin necesitar de posturas intimidadoras, sino todo muy en su normal
expresividad, normal seriedad. Se le ve un hombre rústico, campechano, sin
llegar a ninguna cuota de vulgaridad. Es como que está en el medio de cierto
refinamiento y cierta llaneza. Se le ve un tipo común pero educado. Lo
interesante de él es que así puede concretar roles bastante verosímiles de tipo
duro. La vulgaridad viene con el compinche, Rudy Butler (Al Lettieri, tremendo
secundario) que tiene una sub-trama que inspira ese porno moderno con el
supuesto marido observando ser engañado en una faena sexual y esto se mantiene
en gran parte del filme con la ligera mujer muy bien interpretada por Sally
Struthers, a la que tratan como adolescente boba. Esto se observa perverso,
pero también irónico, como el sentido del humor de un cierto machismo. Pero el
filme se ubica en Texas y en estos relatos predomina el clásico duro rural. La
escena con el viejo cowboy de clase trabajadora pone el sentimiento en pantalla
y la humanidad existencial y de paso consolida sin disfuerzos al dúo. Hay un
fuera de campo sobre un coito por negocios que escenificarlo hubiera aumentado
el realismo y agregado sordidez al filme, pero ésta película es una obra de
cine cuidada y rehúye ello. El fastidio a esa vera se reduce en su efecto pero
es afín a ser usado repetidas veces para discutirlo, habiendo en el aire un
quehacer emotivo, lo cual es curioso en un filme de vaqueros. El robo del banco
es competente aunque no impresionante, luce un asalto sencillo/fácil, de
pueblito y entidad con mil descuidos de seguridad, pero es capital en la
historia, como implica el título. En adelante la propuesta –éste gran thriller
criminal- paga con creces su precio como una notable película. Se mantiene
hasta el final en gran nivel de acción. Lo que sigue es perfección pura.
McQueen representa al hombre que puede tener a cualquier mujer y al mismo
tiempo un tipo sin musculatura, pero capaz de enfrentar cualquier reto físico.
Cuando pasan por la máquina de basura es una representación inteligente de que
pueden con todo, aunque no es una lucha de aquellas como contra lo imposible
que se ve en la realidad más contemporánea del cine de acción, sino una
historia de pueblitos del sur, una historia campechana, que se palpa
sustancial, notablemente real.
Cristo se detuvo en Éboli
Cristo se
detuvo en Éboli (1979) adapta autobiografía del escritor italiano Carlo Levi
inspirado en la época que fue exiliado por antifascista a un pequeño pueblo de
Lucania, hoy llamada Basilicata. Dirige Francesco Rosi. A Carlo Levi lo
interpreta Gian Maria Volonté. Volonté le da enorme dimensión al protagonista
como un tipo empático con el entorno rural, con el campesinado, con la gente
humilde de Italia. En el pueblito con la autoridad estatal se dan
conversaciones sobre ser un caballero o pertenecer a las élites, y se hace
diferencia con la comunidad o el pueblo, pastores, campesinos, agricultores, a
los que directamente se les tilda de supersticiosos, y en efecto corroboramos
que muchos comentan de prácticas de esa índole. Muchas de las personas que vemos
se perciben como que no son actores, sino como que hacen de ellos mismos y le
dan mucho realismo al producto. El realismo del filme es muy bueno. Por las
casas de piedra blanca vemos chanchos enormes, cabras, montón de animales
pasean mostrando tremenda naturalidad. Así mismo muchas tomas muestran el
paisaje o ponen de fondo la infraestructura del pueblo y se ve como parte de
otro tiempo. El filme es de 1979 pero se siente tranquilamente como el año que
retrata, 1935. Levi (Volonté) tiene estudios de medicina, pero no ha realizado
prácticas y a pedido de la gente común, por la falta de doctores en la zona, al
saber de sus estudios lo persiguen para que cure a los enfermos. Esto y su
amabilidad y respeto hace que los humildes le estimen. Levi también defiende
sociopolíticamente a las clases bajas. Levi comparte camaradería con todo el pueblo, desde lo más alto
hasta lo más sencillo. En varias oportunidades se le observa cogiendo
contextos. Escucha de la guerra, participa del folclore. Hay momentos donde
éste conversa sobre sus filiaciones ideológicas. Vivir en una zona atrasada
digamos, o con pocos avances, muchas carencias, puede pasar como que no hay
demasiadas cosas que hacer (o contar), pero la propuesta de Rosi siempre
muestra quehaceres interesantes, aun cuando son los habituales de lo rural.
Muchas escenas son de enorme poder de realismo, como cuando los niños
mataperrean persiguiendo para lanzarle piedras al cura alcohólico del pueblo.
Levi, una mañana, duerme en un hueco dentro del cementerio, bromeando con
escapar de su exilio frente a un guardia que lo sigue. Hay hasta la adopción de
un perro. Irene Papas hace también un gran papel como la empleada de Levi,
provocando muchas excelentes escenas. Aunque Papas es griega parece una
italiana típica, de aquellas rústicas y muy campechanas. Lea Massari como la
hermana de Levi otorga además cierta sensualidad italiana o latina al ambiente,
aun en un breve rol. Desde que llega nuestro protagonista al pueblo hasta que
se va un año después el filme se muestra propio de un detallismo y poder
vivencial glorioso. Es un filme que hace sentir pocas dificultades
existenciales, aun cuando se yace en el exilio, vigilado de cierta manera, pero
la vida rural asoma muy tranquila, muy simple pero al mismo tiempo muy bella en
éste retrato. Le faltan cosas a la población, pero Levi con el grandioso
Volonté se muestra muy dócil frente al campo, se adapta con naturalidad, el
filme respira afecto con él, no asoma enojo o frustración de su parte frente a
su condición. El personaje siempre yace en calma, se le ve siempre en control,
siempre inteligente. Mucha gente propia de la ciudad seguramente se sentirían
abrumados o hasta aburridos en éste entorno, pero aquí se percibe verdadera adaptación,
aun cuando hay una presión que lo ha puesto en dicho lugar al protagonista,
pero también se percibe convicción, ser tal cual lo que pensamos. Esa
adaptación habla justamente de esto, de sentirse realmente identificado con la
gente humilde del campo y su manera de vivir. La autoridad del pueblo (Paolo
Bonacelli) tiene sus ideas propias de su clase, pero no obstante no parece mal
tipo. En éste lugar no existen diferencias indisolubles, tenemos comunicación,
no se exhiben enemigos o antagonistas terribles, hay la posibilidad de puentes,
pero apunta una carta de Levi que el gobierno de Roma o de Mussolini dictamina
una estructura y un sistema que fomenta las diferencias sociales. Es un filme
austero, pero de una austeridad narrativa que te atrapa, rica en naturalidad,
neorrealista. No es un filme de típica grandilocuencia, pero tampoco de
aquellos donde todo es anodino, vacío, insignificante. Donde no hallas nada,
donde no pasa nada, sino se respira vida, momentos, como cuando Levi cura a la
gente. Papas también transmite sensualidad desde lo llano. Ella parece estar
lista para una aventura sexual, una historia simple de puro y duro realismo
italiano. Es una historia rural que se destaca, de aquellas de las que no
esperas mucho y te terminan encantando.
domingo, 23 de febrero de 2025
Decision to leave
Juror No. 2
sábado, 22 de febrero de 2025
The seed of the sacred fig
The seed of the sacred fig (2024) de Mohammad Rasoulof es una película atractiva para conocer Irán, cómo es allá, y es curioso ver que la vida en Tehran, la capital del país, se parece bastante a cualquier otra ciudad del mundo. Pero no obstante es cierto que un gobierno teocrático que es quienes los rigen suena a cosa del pasado, a una forma de gobierno arcaica, y puede conminar a hacer sentir a sus ciudadanos dentro de un sistema rígido en cuanto a sus derechos civiles y comunes, y cómo se sabe por ser una república islámica, estar muy anclados a la religión que tiene poder y control sobre el país, las mujeres viven sojuzgadas por una forma de vida muy restrictiva, sobre todo si la comparamos con Occidente. La propuesta se contextualiza, y es además un drama político a esa verá, en las protestas del 2022-2023 de las mujeres por la igualdad de derechos, acusando de dictadura al gobierno. La película de Rasoulof utiliza material de archivo o documental sobre las protestas como pequeño complemento social-político. El filme se pone más interesante porque la familia protagonista está muy ligada a la república islámica, al gobierno teocrático, ya que el padre es un abogado que aspira a ser juez dentro de ésta forma de gobierno. Es investigador y pertenece a las cortes revolucionarias, pilar de la teocracia y dirigencia islámica de Irán. Imán (Missagh Zareh), inicialmente, parece sufrir con aceptar el dictamen de la pena de muerte que tiene que dar contra los enemigos de la teocracia, que incluye a los/las jovenes que protestan. Imán parece una buena persona, en un filme que se cocina bastante lento. Se da así mismo mucha presencia de la esposa, Najmeh (Soheila Golestani). Pero la percepción de cómo es irá mutando, siendo esto trabajado meticulosamente. Llegará hasta lucir como un especie de asesino en serie. El filme en última instancia se descubre como un thriller, como un lugar de entretenimiento o más ligero narrativamente cuando el escenario es una zona aislada, desértica y montañosa. Se pone cine de acción, pasando del drama familiar que es la mayor parte del relato. El disparador es el miedo que engendra en Imán ir preso. Es entonces que descubre su verdadera piel, sólo piensa en si mismo, bajo la devoción al gobierno. Anida en él una lucha que llega a la violencia literal. Es particular ésta confrontación, que rompe con toda natural lealtad y afectos, desde varias partes. De manera tangencial y gradual, hasta llenar el conocimiento, entendemos qué trabajo realiza Imán específicamente y por ahí va la crítica, señalando cierta perversidad y extremo cinismo. Es como si toda mujer en Irán le hiciera frente -como si se tratara de bandos opuestos- a todo hombre que defiende la teocracia, puesto que coarta su libertad y esto puede señalar amarlas o no realmente, en lugar de amarse a sí mismos -o cuidarse- por sobre ellas. Es el control y confort masculino frente al derecho moderno, si bien occidentalizarle por completo puede dar pie a que se caiga en el otro extremo, en la liberalidad, como cuando se dice que las muchachas en contra de la teocracia son las que están buscando salir desnudas a la calle que sirve como generalización sexual que es lo que teme el régimen, quienes lo apoyan y ampara su religión. Las hijas de Imán son parte de la modernidad, se identifican con las protestas. La madre es la bisagra entre los dos mundos. Apoyar a su marido y seguir éstas reglas rígidas islámicas que incluyen el futuro familiar o abrirse a la libertad e igualdad del mundo occidental. Hay muchos momentos donde Najmeh hace de fuerte soporte de Imán a quien inicialmente se le ve un poco pusilánime, lo ponen muy bondadoso, pero sus decisiones lo van transformando (o desnudando). Es una película que tiene una narrativa muy cuidada aunque austera. Se toma su tiempo en todo, hasta con detalles simples. Es de aquellas películas que se manejan muy expresivas en las emociones, que pueden pasar por algo efectistas o híper sensibilizadas. Se ve que sigue una forma de hacer cine propio, pegado a lo primario, desde coordenadas algo afectadas, no obstante queda como cine, no telenovela. Rasoulof quiere hacer arte, pone estética, pequeñas puestas de escena en detalles, como cuando Imán mira la ventana goteando por la lluvia y después observamos su reflejo en el vidrio que es donde se enfoca la cámara. Se implica un quehacer de paranoia, de miedo a los que protestan, cuando Imán circula en auto con tapabocas, pero le falta fuerza. Aún así el momento en la tienda del grifo salta a lo impremeditado y se sostiene muy bien dentro del cambio a lo tangible. Lo que viene después es un poco la historia de un asesino en serie que teme ser atrapado y tiene su genialidad (dentro de un gran giro), tal cuándo la hija se tapa con el plástico asemejándose a un cadáver.